Martina ha tenido un hermanito. Pero no consigue quitarle el protagonismo. Su cara risueña y preciosa y su desparpajo consiguen que nadie le quite los ojos de encima para mirar a Adrián. Y a los
abuelos, como no, se les cae la baba.
Muchas gracias por contar conmigo, familia! Os quiero mucho
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