La sesión era un regalo para la abuela. Su hija y su nuera lo planearon todo por su cumpleaños. Y allí estaban todos. Dispuestos a poner su mejor sonrisa para tener un buen recuerdo. Los pequeños, como siempre, empezaron más tímidos pero luego se fueron soltando. Y acabaron disfrazándose...Muchas gracias por el buen ratito que pasamos!