Esta es la historia de un regalo debido. Patricia era la destinataria. Aprovechando una visita fugaz a Madrid, vino con Miguel, su chico, y con Miguel y Patricia, sus suegros. Detrás de una chica discreta y encantadora descubrimos una sonrisa preciosa dispuesta a comerse la cámara. En las fotos de la pareja y de la familia se puede ver la complicidad y el buen rollo que hay entre ellos.
Guapos no...¡guapísimos!
Escribir comentario